domingo, 23 de agosto de 2015

Diferencias entre Colonización Española y colonización Inglesa. Modelos de Producción

 

Los que hayáis leído los anteriores capítulos de mi blog, sabréis bien que la colonización americana en particular y mundial en general, es uno de los temas que más me apasionan. Portugueses, Españoles, Ingleses, Franceses, Holandeses … Todos estos pueblos dejaron su huella en el nuevo continente en mayor o menor medida. No puedo negar que me tengo un poco de envidia a que otros pueblos hayan triunfado más que el nuestro, pero leyendo el capítulo 3 de este blog , es fácil comprender porque las que fueron sus colonias durante más de 100 años, dominan actualmente el continente e incluso el mundo, y sin embargo las que fueron nuestras colonias, no han alcanzado semejante nivel de desarrollo.



En este capítulo voy a centrarme de manera más específica en las diferencias que existieron en las formas de explotación de las tierras, y la influencia que esto ha tenido en el desarrollo de ambos pueblos.
 
La idiosincrasia de nuestro pueblo no ha cambiado demasiado en los últimos 500 años. Yo soy afortunado puesto que soy amigo del Rey, recibo un trato de favor y consigo hacerme dueño de un extenso territorio. Otros que viajen hacia el nuevo mundo que no tengan una elevada posición social, no optaran ni remotamente a un trato similar. Estos otros trabajaran como asalariados en las posesiones de los afortunados; pero no podrán emprender, luchar por su propia tierra y desarrollarse plenamente. La corona entregaba las llamadas “caballerías”, que equivalían a unas 700 hectáreas. Pero el terreno era desconocido y por tanto los limites difusos. Y esto propicio que los propietarios acabaran multiplicando sus extensiones, y su propiedad de 700 hectáreas pasara a una propiedad de hasta 20000 hectáreas … Ahí es nada.
 
Y luego está la iglesia, que mediante aportaciones o donaciones, se convirtió en propietaria de gran cantidad de tierras y mayorazgos.
 
Por otro lado, la Corona vendía las tierras que abandonaban los indígenas al morir o emigrar a otras provincias. Es decir, esas tierras pasaban a pertenecer a la corona … cualquier razón le valía a la corona para “pellizcar” algún ingreso.
 
Sin embargo, la situación en Norteamérica fue diferente. La agricultura norteamericana llegó a basarse en una multitud de pequeñas propiedades o granjas familiares con un muy pequeño porcentaje de renta de tierras.
 
Pensemos que una familia de colonos tiene que sustentarse con 6 u 8 hectáreas, mientras que un terrateniente dispone de cientos o miles de hectáreas. Indudablemente los dueños de estas tierras de aproximadamente  6 hectáreas de extensión, harán un gran esfuerzo para sacar el máximo rendimiento a estas 6 hectáreas, poder alimentar a la familia y vender el excedente. Todo lo contrario ocurrirá en el caso del colono que disponga de cientos o miles de hectáreas, el cual está sobrado de tierra. Esta tendencia hay que multiplicarla por la cantidad de colonos existentes. Por tanto, parece bastante evidente que se obtiene una productividad mayor explotando la tierra de la manera que se hizo en la colonización norteamericana, que en la colonización en Latinoamérica.
 
Además de una repartición más justa de las tierras, y un modelo de explotación más productivo, no hay que olvidar que el ciudadano anglosajón (y europeo del norte en general) siempre ha sido más proclive a confiar en la ciencia y la investigación. No se puede negar -aunque nos pese- que España y las que fueron nuestras colonias, apenas han contribuido al desarrollo científico durante la historia. Aplicado al asunto que nos ocupa, por ejemplo, agricultores como Jefferson ayudaron a popularizar ideas con gran contenido científico pare impulsar y mejorar la agricultura. Si , si, me refiero a Thomas Jefferson. Ese gran hombre que llego a presidente, y que antes de serlo fue agricultor.
 
 En definitiva, el desarrollo de la agricultura supone aumento de productividad, que a su vez supone mayor prosperidad del negocio. Los colonos norteamericanos dedicaron más tiempo y esfuerzos al desarrollo de la agricultura basado en métodos científicos que los colonos latinoamericanos. Los padres de la nación norteamericana ponían en práctica el I+D allá por 1700.
Más adelante, concretamente en la época de la guerra civil norteamericana, el gobierno dictó la llamada Ley de Heredades (1862), la cual estableció la política de tierra libre, y permitió en definitiva el aumento de una sociedad de granjeros independientes. A grandes rasgos, se continúa con un modelo de producción donde la tierra se reparte en pequeñas parcelas.
 
La diferencia existente en el desarrollo también tiene mucho que ver con el crecimiento demográfico durante la época colonial, como ya mencione en el capitulo anterior de este blog. Pero esta diferencia en el crecimiento demográfico también continuo posteriormente (tras las independencias), puesto que como se puede apreciar en las figuras 1 y 2, en el S- XIX fue mucho mayor en Norteamérica que en Latinoamérica (tomo como ejemplo de Latinoamérica el caso de México):

 

 



 
 
 

 
 
Fig1: Crecimiento Demográfico México
 

 

 

     
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig 2: Crecimiento Demográfico Estados Unidos

 
Se aprecia que en México, durante el S-XIX, la población se mantuvo prácticamente constante. Solo a partir de 1880 se observa un ligero crecimiento. Sin embargo, en Estados Unidos, el crecimiento es continuo desde comienzos del siglo. Incremento de población supone incremento de capacidad productiva 
 
En fin, espero que haya sido capaz de transmitiros como veo yo este asunto. En próximo capítulos y siguiendo con las diferencias en la explotación y aprovechamiento de recursos entre Norteamérica y Latinoamérica, me gustaría tratar las diferentes formas de regulación de la explotación minera de Norteamérica y Latinoamérica, y las consecuencias que esto ha generado.
 
A modo de introducción comentar que muchos estados y gobernantes latinoamericanos piensan que la propiedad estatal comprende aquellos elementos constitutivos del territorio con respecto a los cuales tiene un dominio eminente que le permite el ejercicio de actos de soberanía tales como el suelo, subsuelo, mar  territorial, espacio aéreo, entre otros. John Locke, eminente pensador británico del siglo de las luces, y considerado Padre del Liberalismo Clásico, opina que si una persona es dueño de un terreno, es dueño, tanto de la superficie, como del subsuelo y del espacio aéreo que queda sobre esa superficie.
 
 
 

Imagen 1: John Locke
 
 
Los desincentivos generados por estos estados y gobernantes que piensan que el subsuelo siempre pertenece al estado, impidieron que se desarrollaran ciertas actividades mineras en algunos países latinoamericanos. Un claro ejemplo de esta situación ocurrió en la Argentina hacia fines del siglo XIX con la extracción de petróleo (1)
 
 

Bibliografía: 

(1)  La propiedad del Subsuelo – Guillermo M Yeatts (1998)

sábado, 19 de octubre de 2013

Diferencias entre Colonización Española y Colonización Inglesa


La conquista y la colonización española en América se realizó mediante un sistema “empresarial”. La expedición de conquista se contrataba con el rey, mediante una “capitulación” del capitán y sus soldados. El objetivo fun­damental era la búsqueda del botín (oro, plata), que se repar­tía según lo estipulado: 1/5 para el rey, 1/7 para el capitán, el resto para la tropa según sus aportaciones personales. Pero el botín no satisfacía toda la ambición social del conquista­dor, que aspiraba a convertirse en noble en América y reclamaba al rey tierras, indios, cargos y privilegios, mientras que el rey no quería conceder cargos públicos hereditarios y sólo con­cedió tierras e indios, en las encomiendas. Es decir, todo venia controlado por el estado (la corona), y los colonos más poderosos no tenían ningún pudor en continuar enriqueciéndose obteniendo mas tierras y creando latifundios, los cuales eran explotados por encomenderos, en condiciones casi de esclavitud. Cuando una persona trabaja en esas condiciones, y en tierras que no son suyas, no se puede esperar sacar un rendimiento máximo de las tierras.

Sin embargo, en la colonización inglesa los colonos eran anti-monarcas y tenían en sus mentes ideas de libertad política y religiosa. Al asentarse en América los colonos gozaban de cierta libertad logrando establecer donde llegaban libertades económicas, políticas y religiosas. Trabajaban sus pequeñas parcelas de tierra, de las cuales sacaban un rendimiento máximo.

La colonización inglesa comenzó hacia mitad del S XVII. La Inglaterra del siglo XVII –1660 – se encontraba afectada por una guerra que había durado 30 años -entre católicos y protestantes en Europa- además, de la decapitación del Rey Carlos I, la dictadura de Cromwell y la llamada revolución gloriosa de 1668.

 
 

Hacia Inglaterra viajaron calvinistas y hugonotes franceses que veían a Inglaterra como un refugio de los desmanes de príncipes y reyes. Estos colonos tenían arraigados sentimientos fuertes de autonomía política y religiosa, fueron bien recibidos en Inglaterra y la corona inglesa les permitió colonizar la América y desarrollarse libremente. Este proceso se inició a principios del siglo XVII, lentamente pero de manera ordenada. Allí crearon sus instituciones políticas, económicas y religiosas. Es preciso tener presente, que ni los alemanes, ni los franceses formaron colonias diferentes, ellos adoptaron las costumbres inglesas e incluso su idioma.
Sin embargo, la corona española prohibió la emigración hacia sus colonias de cualquier ciudadano no español. Y no solo, si que además la emigración de españoles estaba muy restringida (de hecho Cervantes solicitó el permiso para emigrar a América, y este le fue denegado). “El aumento de población deriva en una economía fuerte”. Este era uno de los principio de la colonización inglesa. Sin embargo, en la América colonial española, hubo un déficit de población muy acusado. Yo pienso que se debe a que los terratenientes poderosos y latifundistas no estaban muy por la labor de que llegara mucha emigración de españoles, ya que estos podrían reclamar un reparto de tierras más justo.
El historiador D. Weber apunta que ese enorme aumento de la población de las colonias inglesas es principalmente por la inmigración, y pone de ejemplo la Carolina del sur y la Florida española. Como esta joven colonia inglesa poseía en el año 1700, más de 6.000 habitantes, y la Florida española, una de las colonias más antiguas, descubierta por Ponce de León en el siglo XV, poseía en el año 1700, unos 1.500 habitantes. Unos años después la población era diez veces mayor en la colonia inglesa que en la española.
A la corona española le interesaba una economía basada en el llamado mercantilismo. El comercio se caracterizaba por que las colonias enviaban metales preciosos y materias primas para recibir a cambio desde Europa manufacturas y servicios administrativos. El monopolio consistía en prohibir toda posibilidad de comercio que no sea entre España y sus colonias. Pues el objetivo de la corona española era que sólo España comerciara con América y así se beneficiara exclusivamente de sus riquezas. Por ello el comercio con América se convirtió en un monopolio puesto en las manos de las grandes casas comerciales de Sevilla, lugar donde se creó la Casa de Contratación (enero de 1503) para organizar y ejecutar el comercio monopólico entre España y sus colonias.
En América hispana, quienes resultaron beneficiados con el monopolio comercial fueron los grandes comerciantes. Esto se mantuvo hasta la ley de libertad de comercio, promulgada por Carlos III en 1779. Como es natural, durante este largo periodo de monopolio el contrabando estuvo a la orden del día.

 

La sociedad de las colonias inglesas de América se regía por unos ideales liberales, aun teniendo administración colonial inglesa. Tenían un gran comercio, una producción agrícola excelente. Lo único que les faltaba era la licencia de la manufacturación (elaboración de producto terminado) que el Reino Unido se negaba permitir a sus colonias. Los comerciantes fueron afirmándose económica y políticamente. A fines del siglo XVII reemplazaron a los magistrados puritanos en el orden político y económico. Esta nueva clase social va a ser la promotora del movimiento de anticipación basado en los principios del liberalismo político y económico. La prosperidad económica de la región favoreció el crecimiento de su población, aumentada considerablemente por el aporte inmigratorio anglosajón.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Colonización americana. La crueldad se impone a la humanidad




Como ya indicaba en el capítulo 1 de mi Blog, y recordando esa célebre frase que se atribuye a Karl Marx, “la religión ha sido utilizada como opio para el pueblo” 1, las clases más poderosas han  argumentado -sin que casi nadie se atreviera a discutirlo- que el orden establecido era ese y no otro debido a que la religión y el todopoderoso así lo indicaban. Pero la historia también nos deja algunos ejemplos de personas pertenecientes a órdenes religiosas que han demostrado una serie de valores y principios de humanidad que tampoco deben olvidarse ni despreciarse.

Centrémonos en el caso de España y de las que fueron sus colonias. Cuando la Edad Media agonizaba, cuando la reconquista emprendida casi 800 años atrás por los pocos cristianos libres que quedaron tras la invasión árabe de la península, estaba a punto de finalizar, y cuando el periodo de la historia llamado renacimiento daba sus primeros pasos en lo que actualmente es el norte de Italia, los Reyes Católicos, debido entre otras cosas a la gran mezcla de culturas y religiones que en España había en ese momento (finales del S-XV), no dudaron en aprobar el tribunal de la Santa Inquisición. Tremendo error … Unos reyes que al alcanzar el poder pusieron fin a las luchas existentes entre los nobles (principalmente en Castilla), y consiguieron con ello pacificar la península ibérica. Que fueron capaces de unir las coronas de Castilla, Aragón y posteriormente Navarra. Que mantuvieron el país en una clara y manifiesta superioridad frente a vecinos tan poderosos como Francia (en los planos militar y territorial) que confiaron en las ideas de Colon, con el elevado riesgo y coste que ello suponía. Hay incluso testimonios de reputados pensadores y humanistas de la época, que indican que el rey más inteligente y capaz de principios del S-XVI era Fernando el Católico. Pero no todo podía ser perfecto. Apareció el fanatismo religioso de ambos monarcas y les hizo cometer errores tan grandes como el que comentaba antes de formar la Inquisición. Y no solo eso, si no que fueron responsables además de la primera expulsión del país de árabes y judíos. O abrazaban la fe católica, o se les expulsaba del país, requisándoles todas sus tierras y bienes. Muchos de ellos no se convirtieron y tuvieron que abandonar el país. España perdió gran parte de la capacidad para trabajar los huertos y cultivos que ofrecían los árabes, así como esa mentalidad casi innata de negocios que siempre han tenido los judíos.

La inquisición es un claro de lo que comentaba con anterioridad sobre como las clases poderosas se apoyaban en la religión para controlar el orden establecido en la sociedad. Ejercían represión, y privaban de libertades al pueblo. La inquisición llegaba incluso a acusar y condenar a personas por actos que nada tenían que ver con negación o ausencia de fe católica.



Pero no todo lo relacionado con las órdenes religiosas ha sido negativo y reprochable. Crucemos ahora el Océano Atlántico y naveguemos hacia El Caribe, o hacia Veracruz, hacia Cartagena de Indias, Lima, Buenos Aires, Santiago de Chile … Estaríamos a miles de kilómetros de España, lugar donde se legislaba, pero no solo para la península, sino también para lo que entonces era el germen de lo que luego se llamó imperio español. La comunicación era complicada y cualquier noticia, ley, llamamiento al orden etc … se conocía tarde y seguramente solo se consideraba y ponía en práctica lo que interesaba a los virreyes de cada una de las regiones. Por ejemplo, para estos virreyes, así como para los terratenientes y demás personas acomodadas, era muy cómodo el sistema de encomiendas, pero puesto en práctica según les convenía. Gracias a este sistema, los colonos disponían de una serie de personas autóctonas (llamados  por error indios desde el comienzo de la conquista y colonización) que trabajaban las tierras de los terratenientes, y a cambio recibían cobijo, comida, educación y cuidados cuando los necesitaban. La realidad es que este sistema de encomiendas se había puesto en práctica de manera que no distaba demasiado de la esclavitud. Desde la corona española se había aprobado este sistema de encomiendas, pero entre lo que se definió que debía ser este sistema, y lo que se aplicaba en las colonias, había una enorme diferencia.




¿Y qué tiene que ver los principios cristianos básicos con el trato a los indios en este sistema de encomiendas?. O mejor dicho, ¿qué tienen que ver algunos misioneros y personas relacionadas con órdenes religiosas que fueron a América, con el deplorable trato al que sometían a los indios?. Sencillamente que se oponían a él y que lo denunciaron rápida y abiertamente. Los primeros misioneros Dominicos (fray Antonio Montesino, fray Pedro de Córdoba, fray Bernardo de Santo Domingo y fray Domingo de Villamayor) desembarcaron en territorio americano en septiembre de 1510; concretamente en la Isla de La Española (actual Republica Dominicana). Ya estaba el orden más o menos establecido a gusto de las personas que lideraron la conquista y tomaron los puestos de mando (Diego Colon a la cabeza como gobernador) cuando Fray Antonio de Montesinos y resto de Dominicos llegaron a esta isla llamada La Española. Quedaron decepcionados y asombrados del trato que recibían los indios originales de América. En su segunda semana de estancia, Fray Antonio de Montesinos ofició la misa diciendo lo siguiente:

Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas, con muerte y estragos nunca oídos habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades [en] que, de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine y cognozcan a su Dios y criador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? Estos, ¿no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amallos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos?"



Tanto Diego Colón como el resto de colonizadores, se habían presentado en las islas como fieles cristianos. Sin embargo, no les gusto demasiado que les recordaran que no estaban actuando como tal, sino todo lo contrario. Tremendo contrasentido, ¿no?. De hecho, Diego Colón llamó al orden a Fray Antonio de Montesinos invitándole a que no siguiera por ese camino en sus oficios de misa. Cuando Fray Antonio de Montesinos regreso a España, denuncio todo lo que estaba ocurriendo en las colonias. El trato inhumano que estaban recibiendo los indios, y el riesgo que existía de que se despoblaran las islas, a causa de la elevada mortalidad que sufrían los indios, tanto por las enfermedades que desde Europa se llevaron, como por las condiciones a las que estaban sometidos 2.  Tras estas denuncias de Fray Antonio de Montesinos, se promulgó las llamadas Leyes de Burgos en 1512, el primer código de las ordenanzas para intentar proteger a los pueblos indígenas, regular su tratamiento y conversión, y limitar las demandas de los colonizadores españoles sobre ellos. Como decíamos antes, en la práctica no fueron acatadas ni por los encomenderos ni por las autoridades.

Avancemos casi 100 años. Hacia finales del S XVI comenzaron a llegar los Jesuitas a América. Principalmente se establecieron en lo que actualmente es el sur de Brasil, el Paraguay y la provincia de Misiones, en Argentina. A grandes rasgos diremos que crearon auténticos núcleos de población (conocidos como misiones), con escuelas, talleres, cultivos, granjas, iglesias … donde implantaron y coordinaron una forma de vida en la que los indios de la zona (principalmente indios guaranís) eran educados, se les ensenaba oficios y en definitiva se los respetaba.

Detalle bastante ilustrativo del respeto que se tenía a los indios es que era obligatorio que todo Jesuita que llegara a cualquiera de las Misiones existentes, debía aprender el idioma de los indios (como decíamos antes, principalmente guaraní). Seguramente gracias a esto el guaraní se ha conservado y se sigue hablando en la actualidad, principalmente en Paraguay, pero también en Misiones (nordeste de Argentina).

Parece que con esta forma de vida implantada por los jesuitas, los indios disponían de poca autonomía, aunque también podría decirse que eso nunca les importó, ya que no se revelaron en absoluto, sino más bien al contrario. Tal vez  porque que se acomodaron a esa forma de vida, y tal vez se sentían mejor siendo coordinados y organizados por los Jesuitas que desde Europa llegaban. Todavía no he estudiado mucho sobre el tema y no me atrevería decir cuál fue la causa de que esta forma de vida permaneciera de esta manera durante casi siglo y medio. Es posible que los Jesuitas debieran haber concebido las misiones con el fin de que los indios llegaran a ser autosuficientes, tarde o temprano, de manera que los jesuitas no actuaran como padres protectores permanentes de las familias indias.

Hacia 1760 apareció en toda Europa un sentimiento anti jesuítico que fue creciendo paulatinamente. En 1767, Carlos III ordeno que finalizaran las Misiones y que se expulsara a los jesuitas de los territorios americanos que pertenecían a la corona española. Finalmente la Compañía de Jesús fue eliminada a nivel mundial.

Lástima que apenas queden unos pocos restos de aquellos núcleos (misiones), debido a invasiones y saqueos ocurridos desde la expulsión de los jesuitas. Cabe destacar los que llevó a cabo el ejército paraguayo en 1817, durante la guerra de la independencia.




Volviendo al trato recibido por los indios durante la conquista y la colonización, y a modo de conclusión, queda claro que las máximas autoridades que en las colonias había, no estaban por la labor de respetar ningún derecho de los indios, porque eso hubiera conllevado una pequeñísima disminución de las enormes ganancias que estaban acumulando. Pasaron por encima de los principios cristianos, de las personas que los exponían y los recordaban (dominicos, jesuitas…) y de cualquier norma y ley que así lo indicara. Lástima que estos dominicos y jesuitas que fueron a América, que eran personas con principios (por lo menos algunos de ellos) y para las que por encima de sus beneficios estaba la dignidad humana, no pudieran apenas hacer frente a la gran mayoría de colonos y conquistadores, los cuales tenían otras prioridades en sus mentes mucho menos humanitarias.3



Por desgracia, el Tribunal de la Santa Inquisición estuvo presente en España hasta bien entrado el S-XIX. La parte más oscura y despiadada de la Iglesia pertenecía a esta institución, que se encargó de atemorizar a la población y de intentar reprimir cualquier atisbo de creación y desarrollo científico y humanista en España. Una tremenda censura hubo en España a la introducción y traducción al español de muchos libros procedentes del resto de Europa, principalmente durante el reinado de Felipe II.

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1: Yo matizaría esta frase, indicando que en algunas culturas mucho más que en otras.

2: Esta elevada mortalidad hizo que muy pronto se trajeran negros de África para suplir la falta de mano de obra. De esta manera comenzó a aparecer en América la población negra

3: No he querido decir en modo alguno que solo algunas de las personas con profundo sentimiento cristiano han sido las que han demostrado compasión con los más débiles y respeto a los derechos humanos. Estoy citando simplemente un ejemplo que me parece interesante, porque ocurrió hace 500 años, y se dio en un entorno muy desfavorable en el que no era ni mucho menos fácil exigir respeto de los derechos humanos de los nativos americanos precolombinos.